
Cuentos para la paz
Colombia, una
historia de conflicto y paz
Desde mediados del siglo XX Colombia no ha
vivido un solo momento de paz, pero tampoco hemos dejado de buscarla. El 9 de
abril de 1948 con el asesinato del líder político Jorge Eliecer Gaitán se
desata una ola de violencia promovida por los principales partidos políticos
del país (Liberal y Conservador) que ha sido conocida como la época de “La
Violencia”. En el marco de este gran conflicto el general Gustavo Rojas Pinilla
da un golpe de Estado que lo lleva al poder en 1953. Durante su gobierno se da
la primera amnistía a un grupo guerrillero en el país con la desmovilización de
las guerrillas liberales de los llanos, lideradas por Guadalupe Salcedo. Cinco
años después, con la justificación de dar fin al conflicto y a la dictadura de
Rojas Pinilla, los dos partidos crean el Frente Nacional, un sistema de
alternancia de poderes que les llevaría a turnarse la presidencia de Colombia y
repartirse los cargos del Estado durante 16 años. La imposibilidad de acceder
al poder político por las vías democráticas, fue una de las principales razones
para el nacimiento de distintos grupos guerrilleros en Colombia durante los
años 70 y 80 (ELN, FARC, EPL, M19, Quintín Lame, ADO), que han protagonizado el
conflicto armado que hoy en día sufre nuestro país y que según la Unidad de
Víctimas ha dejado hasta el momento más de seis millones de víctimas. Desde ese
momento comienza también la historia de los intentos de negociación del
conflicto armado en Colombia, el primero de ellos fue la comisión de paz creada
por el presidente Julio Cesar Turbay Ayala a principios de los años ochenta.
Desde ese entonces, cada uno de los presidentes de Colombia ha intentado
realizar procesos de negociación del conflicto armado con distintos grupos
armados, el más reciente de ellos es que se lleva a cabo en la Habana Cuba
entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, anunciado por el presidente Juan
Manuel Santos en septiembre de 2012.
Al inicio de estas negociaciones (Santos - FARC)
tres de los medios de comunicación más importantes del país (RCN Radio y
Televisión, La FM y SEMANA) realizaron una encuesta en 13 ciudades acerca de la
opinión que las y los colombianos tenían de este proceso. El 77% de las
personas encuestadas decían estar de acuerdo con las negociaciones, lo
paradójico es que aunque según estos datos los colombianos y las colombianas
optan por una salida negociada al conflicto armado, no tienen mayor expectativa
de éxito frente a este proceso (41% dicen ser pesimistas frente a sus
resultados) y peor aún, no están dispuestos a ceder mayor cosa (68 por ciento
de los encuestados no acepta que se perdone a los guerrilleros por sus delitos si
dejan las armas; 72 por ciento no quiere verlos participar en política en
cargos de elección popular; 78 por ciento no está de acuerdo con que sus
líderes no paguen cárcel y 80 por ciento se niega a que sean liberados los que
están presos en el exterior).
Estas cifras nos revelan, entre otras, que aún
falta una invitada fundamental en la mesa de negociación, la opinión pública.
Pero esta invitación no sólo implica que las personas estén de acuerdo con una
salida negociada al conflicto, es necesario generar entornos favorables para la
paz, o dicho en otras palabras, propiciar en nuestro país, la disposición para
emprender un proceso tan complejo y de largo aliento como lo es el sueño de
vivir en paz.
Nuestro país lleva ya más de cincuenta años de
guerra y han pasado ya más de 30 años desde el primer intento de negociación en
busca de salidas políticas al mismo. Aunque de acuerdo con el Centro de Memoria
Histórica, en nuestro país hay ya más de seis millones de víctimas, la sociedad
civil colombiana aun no cuenta con una opinión pública favorable a las
propuestas de paz.
La historia de nuestro país es entonces una
historia de conflictos armados e intentos de negociación. El factor decisivo
para que nuestra historia pase a ser una historia de paz, o por lo menos, de
procesos exitosos de negociación de los conflictos armados y relacionamiento no
violento entre quienes compartimos este territorio, es la construcción de imaginarios
propicios a la paz, es decir, formas de pensar y sentir que propendan por el
tratamiento no violento de los conflictos, que reconozcan la importancia de
superar las condiciones estructurales que generan las distintas formas de
violencia en nuestro país, así como la complejidad de los procesos de
negociación de los conflictos armados.
Cuentos para la paz es una apuesta por la transformación de los imaginarios que se han
propiciado en nuestro país en torno a la paz y a la guerra. Tan perversa ha
llegado a ser esta construcción de imaginarios en nuestro país que se ha
llegado a identificar la guerra y la violencia como la única opción honorable y
digna para el tratamiento de los conflictos, y la paz, como una forma de
“doblegarse ante el enemigo”.
Con el apoyo de la Fundación
Podion y en alianza con el Centro
Día el Bosque de la localidad de Engativá, hemos invitado a 20 personas
mayores a reconstruir la memoria del conflicto social y político en nuestro
país, para a partir de ahí, construir una serie de cuentos, que por medio del
radioteatro, nos permita aportar a que los niños y niñas de nuestro país
reflexionen en torno a la guerra, el tratamiento no violento de los conflictos
y la construcción de paz.
Estrategias:
Investigación: Este proceso contempla una serie de 4 encuentros con hombres y mujeres mayores de la localidad de
Engativá, en los que compartimos los recuerdos acerca de cada uno de los
principales momentos en la historia de nuestro país, el conflicto armado y las
iniciativas de paz. Los relatos reconstruidos en estos espacios son
complementados por medio de entrevistas realizadas a cada una de las personas
mayores participantes en el proceso, y revisión de archivo en el archivo
general de la nación, la fonoteca de señal
memoria y los informes del Centro de Memoria Histórica.
Comunicación: Este componente también consta
de 4 sesiones, las dos primeras encaminadas a construir la estructura general
de la serie y los guiones de los capítulos. Las dos últimas sesiones están
dedicadas a la grabación y edición de la serie radial.
Formación: Cada
una de las ocho sesiones del proceso ha sido diseñada a manera de taller de
reflexión y creación colectiva. Al finalizar este
proceso, las personas participantes se encuentran en capacidad de construir
guiones radiales e interpretarlos. Esto permitire a las personas mayores, vincularse en un proceso de producción radial
permanente, que además de permitirles transformar sus momentos de soledad en
momentos para crear y aportar colectivamente a la reconstrucción de la memoria
histórica y la construcción de paz en nuestro país, aporta a resignificar el
lugar de las personas mayores en nuestra sociedad.