INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPACIÓN
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INVESTIGACIÓN ACCIÓN PARTICIPACIÓN – IAP

Si investigamos la realidad, no es sólo para entender las dinámicas sociales, sino para transformarlas. No se estudia nada porque sí.

Los años 60 y 70 del siglo XX fueron tiempos de cambio: pululaban aires de transformación y sueños, propuestas e iniciativas de justicia y dignidad por un mundo distinto. En 1959 triunfó la revolución cubana; África se descolonizó; en Estados Unidos tomó fuerza el movimiento contra la discriminación racial y por los derechos civiles. Por su parte la iglesia católica asumió una postura más social; y el episcopado latinoamericano sentó las bases de la teología de la liberación y la opción por los pobres. En el exilio Paulo Freire publica “La educación como práctica de libertad”, libro fundacional de la educación popular, una apuesta por la construcción de conocimiento propio para hacer del mundo un lugar más digno, justo y humano.

Todas estas iniciativas fueron respuestas a situaciones concretas y fueron búsquedas de diversos actores por incidir en su entorno: frente a la explotación, la desigualdad, la discriminación, la miseria, la exclusión (entre otros) y por el empoderamiento era necesario hacer algo. Con “la imaginación al poder” un mundo distinto y mejor era posible.

Pero en este agitado escenario, ¿cuál era la postura de la academia?, ¿qué decía al respecto? Más aún, ¿cuál fue su aporte a las “invivibles situaciones” del mundo?

En la década del 70 un grupo de intelectuales de diferentes lugares de procedencia y disciplinas comenzó un debate sobre el papel de la academia, a examinar las relaciones entre la teoría y la práctica, a cuestionar la postura de neutralidad valorativa y la no-interferencia de los procesos de investigación en el entorno, a dudar de los paradigmas predominantes en las ciencias sociales.

“La experiencia iba en contravía de nuestras concepciones sobre la racionalidad y el dualismo cartesianos y sobre la ciencia ‘normal’: de éstas no podíamos derivar respuestas certeras ni obtener mucho apoyo, en especial de las universidades e instituciones donde nos habíamos formado profesionalmente. En consecuencia, a medida que nos sentíamos más y más insatisfechos con nuestro entrenamiento y con nuestro aprendizaje, algunos de nosotros rompimos las cadenas y decidimos abandonar la academia” (Fals Borda 1999).

Era necesario generar nuevos caminos en la academia, asumir un mayor compromiso social, construir un paradigma alternativo y aportar en la construcción del futuro. En esta ruta confluyó lo científico y la investigación social con el activismo y la acción política: el interés por transformar la realidad social desde el rol de investigador, por posicionar la aplicación práctica del conocimiento, por des-enclaustrarlo de teorías y discursos abstractos y anclarlo en la comprensión de nuestros contextos para transformarlos y para mejorar las condiciones de vida.

“Varias instituciones colombianas realizaron experiencias de investigación-acción desde 1970, pero la más conocida, por diversas razones fue la Fundación Rosca de Investigación y Acción Social (1970-1976), a la cual perteneció el presente autor” (Fals Borda 1978). De acuerdo con Segura y Camacho (1999) en La Rosca las prácticas investigativas estuvieron a la par con prácticas políticas. Las primeras articularon reflexiones epistemológicas con la búsqueda de nuevas fuentes de información y de la voz de los sujetos investigados. Las segundas se vincularon con campesinos de algunas regiones de la costa atlántica que forjaban un movimiento de reivindicación de la tierra. Tras la experiencia de La Rosca Fals Borda continuó trabajando y afinando esta línea de trabajo, y en 1977, en el Simposio Mundial de Cartagena presentó el texto “Por la praxis: cómo investigar la realidad para transformarla” considerado el hito fundador de lo que vendría a ser reconocido mundialmente como Investigación-Acción-Participación (IAP).

En la IAP converge una metodología participativa de investigación con una filosofía positiva de vida y trabajo. Toda investigación tiene un fin concreto.

“El propósito… es producir conocimiento que tenga relevancia para la práctica social y política: no se estudia nada porque sí (…) En la investigación activa se trabaja para armar ideológica e intelectualmente a las clases explotadas de la sociedad para que asuman su papel como actores de la historia. Este es el destino final del conocimiento” (Fals Borda 1978).

La construcción de conocimiento es colectiva, es a su vez una experiencia pedagógico-política, y debe ser para conocer la realidad, organizarse y hacerle frente en la práctica a los grandes problemas de miseria, violencia e injusticia. La IAP entiende la realidad como multicausal y da cabida a lo que significan y son las cosas para los sujetos. A éstos los considera sentipensantes, reconoce su envolvimiento personal, rompe la separación entre sujeto-objeto y propende por la retroalimentación mutua y permanente en el proceso de investigación. No es dogmática, no impone conceptos externos para circunscribirlos ciegamente en la realidad investigada; más bien, realiza planteamientos ad hoc, ajusta las herramientas analíticas a las necesidades reales de la investigación y plantea un diálogo y socialización permanente entre los involucrados en lenguajes claros, atractivos y adecuados.

La IAP abrió la mirada hacia otros horizontes. Frente a los problemas existentes no ofrece un recetario de soluciones; por el contrario, invita a la construcción conjunta de conocimiento para comprender dichos problemas y articular esta comprensión con la práctica. De ahí la apuesta por la praxis, por una acción política para cambiar estructuralmente la sociedad y transformar el mundo. La IAP es una semilla en el sueño por un mundo mejor; y uno de sus precursores y referentes es Orlando Fals Borda, sociólogo barranquillero, y una de las figuras más importantes de las ciencias sociales en Colombia.

Fuentes:

  • Colectivo Memoria y Saber Popular (2013, 11 de septiembre). Pensamiento Latinoamericano – Capítulo 1: Investigación Acción Participación IAP. En: http://radioteca.net/audio/pnesamiento-latinoamericano-capitulo-1-iap/
  • Colectivo Memoria y Saber Popular & Red de Justicia Comunitaria y Tratamiento del Conflicto en Colombia (2010). Escuela de investigación para organizaciones y movimientos sociales. Módulo 1 – Investigación Acción Participación. En: http://radioteca.net/capacitacion/cartilla-de-investigacion-accion-participativa/
  • Fals Borda, Orlando (1978). “Por la praxis: el problema de cómo investigar la realidad para transformarla”. En: Simposio Mundial de Cartagena: crítica y política en ciencias sociales. Tomado de: http://www.ts.ucr.ac.cr/binarios/pela/pl-000411.pdf
  • Fals Borda, Orlando (1999). “Orígenes universales y retos particulares de la IAP (Investigación Acción Participativa)”. En: Análisis Político 38.
  • Segura Escobar, Nora & Camacho Guizado. Älvaro (1999). “En los cuarenta años de la sociología colombiana”. En: Revista de Estudios Sociales 4, pp. 23-35.